por Rodríguez-Bustos para Wikonga Press

Bien conocida es la tercera Ley de Newton o principio de “acción y reacción”: a toda acción le corresponde una reacción igual pero de sentido contrario. Y si bien este principio tenía como aplicación la física, la aplicación de esta ley no se reduce a este plano exclusivamente, sino que es aplicable a otros campos del actuar humano, en especial a todo lo que atañe a la Política y la Religión. Recordemos que la acción de la Reforma protestante, con su semilla revolucionaria, tuvo como reacción la Contrarreforma, y si bien las acciones disolventes del protestantismo no pudieron ser extirpadas de la Cristiandad, la Contrarreforma evitó su desaparición, y separó la misma entre naciones cismática y heréticas y Reinos fieles a la Iglesia Católica. La Contrarreforma sirvió para separar el trigo de la cizaña. No obstante, las acciones disolventes han seguido con sus amenazas, y la reacción, aunque no se ha hecho esperar, no ha tenido la misma fuerza que la acción, y con el paso del tiempo la Iglesia se ha debilitado, cediendo terreno. En el plano de la espada espiritual, de la cual estamos hablando, podemos ver cómo la reacción que significó el Concilio de Trento, terminó en el Concilio Vaticano II cuando la Iglesia se protestantiza y, como dijera el propio Papa Pablo VI, albacea del Concilio, se permite que en su sagrado recinto entre el humo de Satán.

Y si hablamos en el plano ya no del Altar, sino del Trono, la acción de la Revolución Francesa, hija de los principios disolventes de la Reforma, también tuvo sus reacciones, las cuales, sin embargo, no han podido detener la paulatina corrosión de la espada temporal: la Vendée fue derrotada, Francia se llama a sí misma y orgullosamente la República. La actual primera potencia mundial, Estados Unidos de América, es hija de la República y está bajo el control de la oligarquía mundial. Su contrincante en la primacía mundial, China, es una república comunista controlada por un único partido, y la URSS, que derrocó a la Santa Madre Rusia, si bien ya se disolvió, en la actualidad, más que una monarquía, es una tiranía democrática. El Imperio Austrohúngaro desapareció atomizado en un puñado de repúblicas y España… España perdió sus Reinos de Ultramar, los cuales se transformaron bajo la égida británica, en republiquetas controladas desde la cité, y cedió a su vez ante el constitucionalismo, sistema muy celebrado y defendido hoy, pero que produjo en el siglo XIX reacciones bélicas como las guerras carlistas. No podemos olvidar que el constitucionalismo es acción, y si nos ponemos en el plano temporal de nuestros días, España ya no se defiende, no reacciona contra el constitucionalismo, como a principios del siglo XIX cuando, a punta de fuego, pillaje y violaciones, los ejercitos napoleonicos impusieron en la Monarquía Hispánica el ideario liberal contrario a su naturaleza. En la actualidad algunos partidos políticos españoles se aferran a este sistema disolvente, para intentar sobrevivir a los ataques de un republicanismo añejo que pretende regresar a España a la segunda república, con su cariz de felicidad tiránica, muy propia de ideologías como el comunismo y el socialismo, y evitar así, defendiendo el constitucionalismo, la muerte del Reino de España, muerte tan buscada durante los últimos siglos por aquello que podríamos llamar la Revolución en marcha. Sí, ha habido reacción, es verdad, pero se ha cedido paulatinamente: la reacción no ha tenido la misma fuerza que la acción y hoy el Trono defiende lo cedido, el constitucionalismo, como tabla de salvación. ¿Nos puede salvar aquello que nos hunde?

En este contexto de actualidad, las redes sociales se han convertido en el terreno donde la Acción y la Reacción libran una nueva batalla, y movimientos defensores del Trono y del Altar se presentan como vanguardias de un movimiento de regeneración política en todo el orbe de la Hispanidad. Mundo Republiqueto es uno de ellos. Por eso, desde Wikonga Press hemos querido entrevistar a sus fundadores: Soda Histeria, Tercio, Paul von Lettow y Cavernario, quienes, salidos desde diferente áreas del conocimiento humano como el Derecho, las Finanzas y los Sistemas, fundaron a mediados del 2019 este movimiento. Mundo Republiqueto resalta su independencia política y económica. Afirma controlar el contenido que comparten sus cuatro fundadores, pagan de su bolsillos los gastos como inversiones necesarias, aprueban o desaprueban los contenidos de quienes colaboran en sus redes y no aceptan donaciones de los lectores u oyentes de sus podcast. A continuación compartimos con nuestros lectores la entrevista que les hiciéramos. Que la disfruten y que saquen sus propias conclusiones. ¿Seremos Acción o Reacción, o acaso seremos o no seremos heraldos de un Nuevo Imperio?

WP: ¿Cuál es el objetivo de Mundo Republiqueto?

MR: Crear contenido para internet “desde una perspectiva que no es muy escuchada”, esto es, gente que viene del área identitaria y «racista», pero que critica esas posturas, no desde el progresismo o la izquierda, sino desde la misma «derecha». Como fuimos racistas identitarios, no sólo conocemos todos los argumentos y dogmas, sino que al haber «superado» esa posición, por decirle así, entendemos sus carencias y falencias, y cómo señalarlas: hay una sobre-abundancia de críticas al progresismo y la izquierda, pero muy poca crítica a la «derecha» desde una posición no-progresista o de izquierda, ahí es donde entramos nosotros.

WP: ¿Qué los motivó a llamar su organización Mundo Republiqueto?

MR: Nos motivó llamarlo Mundo Republiqueto porque queríamos tener un nombre que satirizara diarios que se ponen nombres como «La República» o «El Mundo», pero haciendo énfasis en que estamos totalmente claros y al tanto de que lo que ocurre en nuestros países son ridiculeces, porque somos todos una colección de republiquetas, incluida la España del «primer mundo».

WP: Qué definición tienen para Republiqueto?

MR: Republiqueto es un término despectivo en mucho parecido a «república bananera», pero nosotros no lo usamos exactamente igual. Quiere decir que tu país se las da de república soberana, pero en verdad es un país títere de intereses internacionales, nunca pudiendo hacer lo que realmente conviene para el país, porque lo importante es apaciguar grupos de intereses internos o externos. Una republiqueta es una república fracasada y servil que no se entera que es tal.

WP: ¿En ese orden de ideas, hay una sola forma de republiquetas o hay varias?

MR: Es difícil contestar si hay varias, porque al final parece que todas padecen de lo mismo a pesar que funcionen de manera distinta. Hay más como «niveles» de republiquetismo, pero no los hemos elaborado aún.

WP: ¿El Nuevo Orden Mundial está conformado por republiquetas?

MR: No necesariamente, porque el NOM proviene de países poderosos que no son republiquetas justamente, pero mientras menos soberano eres, más fácil para el NOM hacer de las suyas en tu país, porque el gobierno no se opone.

WP: ¿Habrían algunas naciones soberanas que no se pueden considerar como republiquetas?

MR: Interesante pregunta. Sería cuestión de analizar, porque a veces EEUU da la impresión de ser bien republiqueto a pesar de ser la nación más poderosa del mundo. Pero digamos que no, para mantener la definición bien acotada aplicándola más al mundo Hispano. Si reducimos ser Republiqueto a solo ser «corrupto» o «no soberano» se pierden muchos matices.

WP: Muy bien. Entonces hablemos de lo que nos toca más de cerca: las republiquetas del mundo hispano. ¿Todas la naciones hispanas son republiquetas o habría alguna o algunas que no lo son y si es así por qué?

MR: Todas son republiquetas, ni una se salva.

WP: ¿En qué momento la Hispanidad se convirtió en un cúmulo de  republiquetas?

MR: No es un «momento» en que se volvieron. Fue un proceso consecuencia de las Independencias, pero no fue al momento de “independizarse”, pues siguieron siendo países relativamente poderosos y ricos por un tiempo. En el siglo XIX un general o político hispanoamericano podía estar hombro con hombro con cualquiera de Europa.

WP: ¿Cuál puede ser considerada la causa de este proceso de decadencia o deterioro?

MR: Las causas son varias: desde la desestabilización que trajo el romper el Imperio español,  lo cual nos sumió en incontables conflictos internos, la total basura que han sido nuestras élites desde la Independencia, en su gran mayoría serviles a intereses extranjeros, el rechazo de nuestra propia historia que nos ha vuelto esquizofrénicos y el complejo de inferioridad que se ha ido desarrollando por todos los factores anteriores.

WP: ¿Qué papel juega el sistema republicano como causa de esta decadencia?

MR: La democracia y las repúblicas de por sí no son buenos sistemas, y para los hispanos peor. El andar persiguiendo modelos republicanos es un síntoma del problema real subyacente, que es que nuestras élites tienen sus cabezas en otros países y no les interesa implementar un modelo propio que vaya acorde con los hispanos de América.

WP: ¿Desde Mundo Republiqueto ven alguna salida a esta crisis?

MR: Para salir de esto primero hay que combatir la leyenda negra para superar el complejo de inferioridad que nos causa andar buscando ideas, filosofías y modelos completamente extranjeros y, más allá de extranjeros, en detrimento total nuestro. Entonces hay una labor educativa y de divulgación que realizar, pero esto queda en nada si no damos el paso más importante que es armar una plataforma política o participar en política. Y también siendo menos «materialistas»: hay que rezar mucho, ir a misa y tener familias grandes y católicas.

WP: Podríamos decir que para Mundo Republiqueto el Trono y el Altar son los baluartes que la Hispanidad necesita?

MR: Sí, claro. La Hispanidad sin el catolicismo y sin una figura aglutinante de tipo monárquica no tiene mucho sentido. Sería como un club de naciones más estilo la Unión Europea o la ONU que, siendo honestos, sería mejor que lo que tenemos ahora, pero ese no puede ser el objetivo o la meta final.

WP: ¿Cuál es el objetivo o la meta final para Mundo Republiqueto?

MR: Ser heraldos de un nuevo imperio católico hispánico. Queremos servir como medio para una plataforma política que se arme en el futuro.

WP. ¿Lo creen en verdad posible? ¿Existe en la actualidad algún sustrato político en la Hispanidad sobre el cual se pueda afianzar este objetivo?

MR: Claro que lo creemos posible. No existe sustrato político, hay que construirlo.

Reino de Wikonga, 13 de julio del año del señor de 2020 y fecha del natalicio de Cayo Julio César

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